Por Jay Weaver
El destino de miles de millones de dólares acumulados en cuentas bancarias, propiedades y autos de lujo de funcionarios venezolanos convictos y sus compinches de negocios se ha enredado en una colosal batalla en el tribunal federal de Miami.
Por un lado está el partido de oposición de Venezuela, que trata de recuperar grandes sumas de dinero robadas por altos funcionarios del régimen de Nicolás Maduro a través del soborno y esquemas financieros en el monopolio petrolero estatal.
Por otro está el gobierno de Estados Unidos, que mientras Maduro siga en el poder se niega a entregar bienes incautados a decenas de acusados de saquear a Petróleos de Venezuela y ocultar el dinero en cuentas bancarias en Estados Unidos y Europa.
Pero los obstáculos jurídicos y políticos a cualquier solución son elevados.
Por un lado, Maduro ha mostrado pocas señales de perder el control de la presidencia en medio de la caída libre económica de Venezuela, a pesar de haber sido acusado recientemente de cargos de narcoterrorismo por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, y la petrolera nacional del país, PDVSA, fue incluida en la lista de sanciones del Departamento del Tesoro.
Además, las negociaciones secretas entre abogados del Departamento de Justicia y representantes del partido de oposición de Venezuela, encabezado por Juan Guaidó, sobre cómo distribuir el dinero de PDVSA no han llegado a ninguna parte. Los abogados de la oposición admitieron en una reciente declaración judicial que “no parece que tal acuerdo esté cerca de fructificar en este momento”.
Esa falta de avance ha hecho aumentar la importancia de un caso masivo de corrupción con dinero venezolano en Miami, que pudiera tener repercusiones para el futuro de los fondos gubernamentales malversados de Venezuela.
“Si no se ha gastado todo en Ferraris e inmuebles, estamos hablando de miles de millones de dólares”, dijo Russell Dallen, abogado y gerente de inversiones con negocios en el sur de Florida y Caracas, quien ha seguido la serie de encausamientos por lavado de dinero venezolano en Miami y Houston. “El dinero fue robado a PDVSA”.