Comentario de Pablo Giancaterino
La Nacion, Buenos Aires, Argentina (30 de Octubre de 2012)— El fallo de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos obliga al Gobierno a adoptar una decisión en el corto plazo, ya sea para reabrir el canje de deuda, pagar los bonos en el país o entrar en otro default si mantiene la línea retórica de «no negociar» con los acreedores más agresivos.
Especialistas consultados por LA NACION indicaron que si el Gobierno quiere eludir un problema mayor, debería aportar una solución concreta ante los jueces norteamericanos que tienen en sus manos la resolución de la deuda argentina pendiente de pago desde 2001. De lo contrario, con el fallo firme, podrían embargarse sus pagos en el exterior.
Pese a que algunas fuentes oficiales especularon con la posibilidad de dilatar una definición, la decisión de los camaristas indica que una vez que el juez Thomas Griesa explique cómo debe pagar la Argentina y qué responsabilidad tienen los bancos que efectúan los pagos en nombre del país se ejecutará la sentencia. «Una vez que la corte de distrito haya realizado estos procedimientos, el mandato vuelve automáticamente a esta corte para mayor consideración de los méritos del remedio, sin necesidad de ninguna noticia de apelación», indicaron los camaristas en el fallo.
Allí dictaminaron que la Argentina violó la cláusula de «pari passu» -que asegura la igualdad entre los acreedores- al discriminar a los holdouts , tanto a los minoristas como a los fondos buitre, por no pagarles en forma proporcional y priorizar, en cambio, a aquellos que sí aceptaron los canjes de 2005 y 2010.
La posibilidad de reabrir el canje de deuda, mencionada ayer por el diario El Cronista, no parece ir en sintonía con la letra del fallo. «La Argentina repetidamente expresó su frustración con los demandantes por no aceptar las ofertas, pero éstos estaban completamente en su derecho de rechazar una propuesta de darles 25 centavos por cada dólar. Y dado que los bonos no contienen ninguna cláusula de acción colectiva, la Argentina no tiene derecho a forzarlos a aceptar una restructuración, aun en una aprobada por una supermayoría», indicaron los jueces.
Más allá de las especulaciones, el ex secretario de Finanzas Daniel Marx consideró que «reabrir el canje y suspender la ley cerrojo dejaría a los acreedores sin argumento frente a los jueces respecto de la buena voluntad del país para solucionar el problema del pari passu».
En cambio, el abogado Pablo Giancaterino, representante de bonistas minoristas, dijo que «la solución es sentarse con los estudios jurídicos ante el juez y acordar el pago, porque el canje no va a solucionar el problema y sólo va a beneficiar a los especuladores». «La clave para entender el fallo del viernes es que la justicia de Estados Unidos quería una solución concreta, que el gobierno argentino no aportó. Mientras la cultura del derecho local induce a la dilatación, en el caso sajón es lo contrario», explicó Giancaterino.
Por esta razón, afirmó que «posiblemente cuando la Corte de Apelaciones vio que en el caso de la Fragata Libertad la Argentina decidió no pagar una fianza que se podría haber negociado en US$ 8 millones, entendió que la estrategia es dilatar y no arreglar, perjudicando al país». El abogado opinó que si el Gobierno quisiera castigar a los fondos buitre más allá de las palabras «debería impulsar la causa que tramita el juez Norberto Oyarbide, que denunciaba maniobras especulativas en el canje de 2010», a partir de una presentación de los dirigentes Claudio Lozano y Mario Cafiero.
Otro abogado también opinó que «reabrir el canje serviría de poco» tras el fallo, pero un analista de un banco de inversión dijo que «éste es el momento de planteárselo a la presidenta Cristina Kirchner, porque antes no había margen».
Pero en el Gobierno aclararon a LA NACION que no hay espacio para reabrir el canje como señal de negociación con los bonistas, por lo que sólo quedaría abierta la opción de pagarles en la Argentina a quienes aceptaron los canjes si fracasa la vía ante la Corte Suprema de Estados Unidos. El último recurso sería entrar en default por causas de «fuerza mayor».