Por Marcela Blanco, Socia y Responsable de Diaz Reus Bogotá.
Recientemente, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia profirió la Sentencia SP1033/2024, a través de la cual analizó la tipicidad del delito de trata de personas (artículo 188A del Código Penal) con fines de explotación, mediante servidumbre doméstica, y resaltó la responsabilidad del sistema de administración de justicia de enfrentar prácticas que facilitan este tipo de explotación.
Sin duda, una providencia de gran relevancia, pues precisó el contenido y alcance de dicho tipo penal en nuestro ordenamiento jurídico.
En esta decisión, el Alto Tribunal dividió su análisis en tres partes. En primer lugar, describió las modificaciones que ha experimentado el tipo penal de trata de personas en Colombia, destacando la influencia de diversos instrumentos internacionales sobre la materia. Según la Corte, dichos instrumentos permitieron ampliar las formas de trata de personas más allá de la explotación sexual, incluyendo modalidades como “trabajos o servicios forzados”, “esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud” y “servidumbre” dentro de la descripción típica.
